Chagall, Sobre la ciudad

En el espacio protegido de nuestro amor, hemos combatido cualquier intrusión. Como  controladores aéreos manejamos el panel de la ilusión: desde el amanecer oteamos nuestros rostros cual vuelo visual, iniciando la diaria senda de aproximación. En ocasiones utilizamos tecnología de invisibilidad, manteniendo una distancia prudencial. Y al atardecer, observamos los informes del radar, estableciendo el nocturno plan: luminarias irrumpen con alevosía y nocturnidad, la perfecta guía de manual para emprender el vuelo ilícito con que fundirnos en la envolvente oscuridad, sin un trazado plan.

A. Ferri

* Marc Chagall, Sobre la ciudad.

2 comentarios en “Vuelo acrobático

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